El fomento del instinto de presa. 1ª parte.
por Armin Winkler
Titulo Original: Prey Drive Promotion, Part I
Original en : http://www.schutzhundvillage.com/arminhome.html
por Armin Winkler
Titulo Original: Prey Drive Promotion, Part I
Original en : http://www.schutzhundvillage.com/arminhome.html
Después de mi artículo en el número de Nov/Dic se me requirió para continuar abordando los instintos utilizados en el entrenamiento de protección en artículos breves. Usaré mi traducción del libro de Helmut Raiser Der Schutzhund como referencia en mi argumento.
Comencemos el adiestramiento práctico para el trabajo de protección donde debería dar comienzo: Con el fomento del instinto de presa. Permíteme brevemente explicar por que escogí la palabra "fomento" en lugar de la palabra "desarrollo" para traducir el término alemán "Förderung", el cuál podría ser traducido de una u otra manera. Para mí el término desarrollo se refiere a un proceso que tiene lugar por si solo. Los instintos se desarrollan naturalmente mediante la maduración hasta cierto punto. Como adiestradores deberíamos tratar de echar una mano a la naturaleza fomentando lo que ya existe, y por consiguiente incrementar activamente un instinto particular hasta su máximo potencial.
Me gusta comenzar el trabajo de presa con cachorros lo más pronto posible, por lo general allá por las diez a doce semanas de edad. Esto me permite trabajar con todos los instintos sin deteriorar innatos en el perro. Comienzo con los cachorros jóvenes de la misma forma que lo hago con los adultos rezagados, con un trapo o un saco. Lo más importante para el figurante es asimilar durante este precoz trabajo, que la presa es el saco y no el figurante. Por consiguiente, los movimientos rápidos, esporádicos e imprevisibles del saco son los que suscitan el interés del perro y consecuentemente estimulan el instinto de presa del perro. Como Raiser escribe en su libro: "Si uno trata de fomentar el instinto de presa, entonces toda la atención del perro debería estar en la presa, lo que quiere decir que es la presa la que realiza todo el movimiento, no el figurante"" Una de las razones para comenzar con un saco es que es relativamente fácil sacudirlo, menearlo y dejarlo volar, y por consiguiente atrae toda la atención del perro en él. Otra es que es mucho más fácil de morder para los principiantes tanto si son cachorros o adultos que comienzan con retraso. Ahora que tenemos la idea básica de lo que son los elementos importantes para el inicio del trabajo, veamos a qué típico ejercicio de entrenamiento debería parecerse.
El perro está sujeto con la correa, el guía estimula con tranquilidad al perro, sin distraerle de la atención en la presa. El figurante hace que el trapo cobre vida moviéndose y meneándose ocasionalmente. Este trapo en movimiento provoca el instinto de presa del perro. El figurante primero verá los ojos del perro persiguiendo a esa pequeña criatura, luego su cuerpo irá detrás saltando ligeramente al ataque tras la esquiva presa, finalmente el perro comenzará a tratar de morder tras ella en un intento de engancharse y hacer presa. Cuando el perro parezca casi hipnotizado por el trapo y en tensión en espera del momento apropiado es cuando el figurante mueve el trapo dentro del radio de acción del perro, y con un chasquido, el perro muerde el trapo. Tan pronto como lo hace la presa es suya. Él se gana su trapo, y el guía le debería elogiar en un tono airoso (pero no hasta el punto de que el perro se olvide de su presa). Inicialmente dejo al perro llevar su camino con la presa durante un rato, sin embargo quiero dejarle claro que ciertamente es un premio que ha de cuidar. Utilizo dos métodos para realizar esto. Uno, tengo una cuerda sujeta al trapo que mantengo en mi mano incluso después de que el perro lo atrapa. Y justo cuando el perro comienza a perder interés en la presa aparentemente si vida y afloja su agarre o deja caer el trapo al suelo, vuelvo a darle vida a éste tirando de la cuerda. El perro sentirá la tensión en el trapo y o refuerza su agarre, o se escabullirá la presa comenzando de nuevo la estimulación. Después de un par de "pérdidas", o de casi "perdidas", el perro sostendrá la presa con bastante firmeza, sin querer darle la opción de que se escabulla de nuevo. Tan pronto como presenta esta especie de objetivo se debería permitir al perro transportar su presa fuera del campo.
El segundo método que uso es más o menos lo que Raiser describe como "desafiante" en su libro. De nuevo el trabajo comienza después de que el perro ha ganado su presa pero luego o la sujeta sin excesiva tensión en la boca o la coloca en el suelo frente a él. Esta vez intento mostrar al perro que no es él el único interesado en la presa. El figurante también coloca sus ojos en el premio y esto ya describe gran parte del ejercicio. El figurante comienza desafiando al perro por el trapo, mediante llegadas cautelosas desde un lateral del saco, luego rápidamente retira su mano hacia atrás, solo para dirigirse de nuevo desde un ángulo diferente. Si el trapo se encuentra todavía en la boca del perro, un ligero tirón puede a ayudar a aclarar al perro que la intención del figurante es robarle su trapo. Muchos perros, llegados a este punto, tirarán enérgicamente de la presa, o mostrarán un confiado reagarre sobre la presa con una mirada "asesina", o con un leve gruñido y luego reagarre de la presa. Todos estos comportamientos conducen a la sujeción confiada de la presa, lo que debería ser recompensado permitiendo al perro transportarla fuera del campo. En perros con un buen equilibrio en todos sus instintos ambos métodos funcionan bien y probablemente utilizaríamos ambos para mantener el interés por el trabajo del perro. Si el instinto de presa es la motivación más fuerte, entonces el primer método conducirá a resultados más rápidos. El segundo método funciona bastante bien en perro que son muy posesivos y que muestran comportamiento de presa o de defensa con facilidad. Como escribe Raiser "..... el desafío ya es la primera estimulación del comportamiento de defensa..... "
El siguiente paso en el adiestramiento debería ser asegurarse de que el perro sujeta su presa (el trapo) lo bastante fuerte en su mordida inicial. Esto es muy sencillo de hacer no permitiendo al perro ganar la presa en su mordisco inicial sino en lugar de eso que se aferre al saco con una gran mordida con un poco de tensión sobre él. A fin de que si el perro trata de morder el trapo, pero luego afloja su agarre, perderá la presa la cual debería después comenzar a moverse y menearse inmediatamente de nuevo. El instinto de presa es una vez más estimulado por el movimiento y el perro obtiene una nueva oportunidad de morder el trapo. El objetivo es no intentar desgarrar la presa en la boca del perro, sino retar lo suficiente al perro para hacerle morder progresivamente más fuerte.
El trabajo debería progresar hacia donde el perro tenga que saltar para alcanzar el trapo y hacer presa. Llevo a cabo esto simplemente sujetando el trapo enrollado, lo bastante alto, en el momento en que el perro obtiene la oportunidad de morderlo, así el perro tiene que saltar para alcanzarlo. Con perros jóvenes o adultos iniciados tarde esto significa sujetarlo a la altura del pecho o de la barriga. El principio es el mismo, saltar y morder para hacer presa. Esta es una técnica básica que el perro utilizará a lo largo de su carrera profesional en el trabajo de protección.
El paso que elegí para la siguiente progresión en el adiestramiento se cuela un poco en la secuencia que Raiser esboza en su libro. Sin embargo, aún así sigue uno de sus principios más fundamentales "No es el figurante quien dicta la acción, sino el perro. Durante la labor de fomento del instinto uno tiene que lograr que el perro estimule al figurante, no el figurante al perro". He escogido como la siguiente habilidad que el perro debería aprender la de levantar la presa mediante el ladrido. Los pasos previos del adiestramiento deberían haber creado una pequeña obsesión en el perro por cazar y morder la presa (trapo). Como antes, comienzo estimulado el instinto de presa con el trapo moviéndose mucho, puedo incluso permitir al perro que muerda y falle una vez. Luego cuando tengo al perro preparado para esta actividad, creo un poco de frustración deteniendo de improviso toda acción y movimiento. El figurante permanece de pie con la mirada perdida en la distancia, el trapo cuelga inerte en su mano. La mayoría de los perros lloriquea un poco, luego revelan un aullido de frustración. Es este aullido el que origina que el trapo levante el vuelo como un pájaro sacado de su escondrijo en una mata, y el perro consigue hacer presa. No tardará mucho hasta que estos aullidos iniciales se conviertan en ladridos exigentes que suenan agresivos e intencionados, su objetivo, conseguir que la acción comience de nuevo. Así, el perro aprende que tiene cierto control sobre lo que ocurre en el campo, y que ladrar es el medio de hacer que sucedan cosas. La razón por la cual incorporo este ejercicio en el adiestramiento precoz es para evitar que el perro llegue a preocuparse tanto por morder durante el trabajo de protección que nada más tenga importancia para él.
La siguiente etapa en mi programa normalmente es la acometida o el ataque. Y de nuevo otra vez mi programa se desvía ligeramente del programa del Dr. Raiser. Él comenta la transición desde el trapo o el rodillo hasta la manga antes de la enseñanza del ataque. Yo sigo la misma secuencia cuando adiestro perros adultos rezagados y bien dotados. Sin embargo, cuando adiestro cachorros y perros jóvenes me gusta enseñar un formato precoz de la primera técnica de ataque. Cuando el perro domina los ejercicios de mordida contundente inicial y el salto y la mordida para hacer presa, comienzo a enseñar la técnica de ataque. El guía sujeta al perro por el collar, el figurante estimula al perro en presa, primero muy cerca del perro, puede permitirle tratar de morder y que falle una vez. Luego se aleja del guía y del perro mientras sigue estimulando a éste. Se marcha a una distancia de inicialmente unos tres o cuatro metros. Continúa meneando el trapo enrollado o el rodillo de cachorro para seducir al perro. A una señal acordada por el figurante, el guía suelta al perro. El figurante permanece ligeramente de costado al perro, cuando éste alcanza la distancia de salto, el figurante tira del trapo hacia arriba y un poco lateralmente, "recuerde, la presa siempre se mueve alejándose del perro" (Raiser). El segundo movimiento debería incitar al perro a atacar rápidamente para impedir la fuga de la presa. El figurante debería amortiguar el impacto del perro en el trapo y colocar al perro a sus pies. Luego se suelta la presa, se le coloca la correa al perro y éste consigue transportar la presa fuera del campo. He detectado que los cachorros y los perros jóvenes no tienen problemas a la hora de saltar sobre un extraño desde cualquier ángulo. Consiguientemente, aprenden una agradable técnica de ataque al figurante muy fácil y precoz. Algunos perros no pueden morder la manga aún, porque son demasiado pequeños, o porque tienen que experimentar el fomento del instinto de defensa antes de que muerdan lo bastante fuerte como para agarrar una manga. He aprendido por experiencia que "perder el barco" en lo que se refiere a enseñar una técnica en un momento preciso puede conducir a muchas discusiones sobre "lo que se podría haber hecho" más tarde. No me malinterpretéis, no quiero decir que yo sepa tanto o más que el Dr. Raiser, simplemente he desarrollado una secuencia predilecta del programa a lo largo de los años.
Esto me lleva al final del artículo, dado que existen límites de longitud para que estas cosas puedan seguir. La segunda parte del artículo, abordará la transición a la manga, enseñar al perro a luchar, cambiar al instinto de presa en la fase de control, y los pros y contras del trabajo de presa, que existen. Espero conseguir de nuevo tu atención en el siguiente artículo.
AUTOR
Armin Winkler
E-Mail: AWKobold@aol.com
Web: http://www.schutzhundvillage.com/arminhome.html
Traducido por : corby
E-Mail: corbycan@ya.com
El fomento del instinto de presa. 2ª parte.
por Armin Winkler
Titulo Original: Prey Drive Promotion, Part II
Original en : http://www.schutzhundvillage.com/arminhome.html
Como prometí, he aquí la segunda parte de mi artículo sobre el fomento del instinto de presa. Desde luego, no empezaré desde el principio del entrenamiento del instinto de presa otra vez. Voy a suponer que el lector ha leído la primera parte de este artículo para continuar con mi argumento. Hay varios ejercicios que personalmente creo que deberían iniciarse durante el entrenamiento para el fomento del instinto de presa, estos ejercicios van a ser el centro de este artículo.
Como cualquiera que haya estado implicado con perros durante algún tiempo, soy absolutamente consciente que el entrenamiento no siempre sigue los pasos perfilados en libros o videos. Pero si estamos implicados en el adiestramiento de un perro con un sólido instinto de presa, y seguimos los pasos que esbocé en el último artículo, entonces podemos dar por supuesto que el perro tendrá una sólida base en las siguientes técnicas:
■Muerde con firmeza un trapo y lo sujeta
■Mantiene el trapo en su boca y lo transporta durante cortas distancias.
■Puede saltar hacia arriba y morder un trapo en movimiento.
■Ladra al figurante inmóvil para crear actividad.
■Corre hacia el figurante, luego salta y muerde para hacer presa.
Dado que estamos entrenando al perro "con el programa," si se puede decir así, la transición a la manga es una muy buena elección como siguiente paso del adiestramiento. El empezar con una manga para cachorros, una manga intermedia, o una de adultos, en realidad depende de la edad, tamaño y aptitud del perro. El tipo de manga utilizada realmente no tiene importancia, el adiestramiento se ve más o menos igual.
El primer paso en lograr la transición a la manga es hacer que el perro acepte la manga como su nuevo objeto de presa, en otras palabras, tiene que ver la manga de la misma manera que veía hasta ahora el saco o el trapo. Prefiero comenzar balanceando y meneando la manga frente al perro, fuera de su alcance, de vez en cuando la arrojo justo donde no pueda agarrarla.
He obtenido mayor éxito cuando no comienzo con la manga en mi brazo al principio, por dos razones:
■Puedo mover la manga más libremente y por consiguiente estimular al perro con más fuerza.
■Me he encontrado con que algunos perros no vacilan en morder un objeto al principio, pero actúan indecisos cuando muerden "una parte del figurante
En las fases iniciales de este entrenamiento deberíamos poner mucho cuidado en eliminar toda vacilación o inhibición en el perro para permitir que sus instintos emerjan con tanta fuerza como sea posible.
Una advertencia para esta fase del período de entrenamiento. Como figurantes debemos darnos cuenta de que la manga es mucho más una parte de nosotros de lo que lo fue el saco. Debemos ser muy conscientes de esto y debemos recordar las palabras del Dr. Raiser: "Si uno trata de fomentar el instinto de presa, entonces toda la atención del perro debería estar en la presa, lo que significa que es la presa la que realiza todo el movimiento, no el figurante. Además, la presa nunca se mueve hacia el perro, sino siempre alejándose de él, incluso después de ser agarrada". Usted preguntará: ¿Por que presta tanta atención a esto? La respuesta es simple, es algo muy importante.
Como nos esforzamos por mover la manga de manera descontrolada y esporádica también nos movemos bastante de un lado para otro y es fácil realizar movimientos de forma que sean vistos por el perro como si se tratara de una confrontación. Lo que a su vez es totalmente contraproducente para el trabajo de presa.
Otro problema muy común en esta fase del entrenamiento es que la manga se mueve hacia el perro, algunas veces de manera bastante enérgica. Pocas cosas me molestan tanto cuando trabajo a un perro joven como verlo alejarse del trayecto de la manga para evitar ser golpeado por ésta, o para evitar que le golpee con fuerza bajo la garganta. "La presa siempre se aleja del perro" Esto tiene la misma aplicación para la manga que tenía para el trapo.
Una vez dicho esto, déjame describir a que debería parecerse el trabajo. Como ya reseñé arriba, el instinto de presa del perro es estimulado por la manga en movimiento, él sigue llegando y tratando de morderla, pero hasta ahora en vano. Ahora es el momento de dar al perro una opción de morder, para ello la manga puede mantenerse en el lado opuesto, o puede estar colocada en el brazo del figurante. El figurante pasa por delante del perro lateralmente (no hacia él) y presenta la manga.
Varias puntos a tener en cuenta:
■El perro necesita que se le de una buena opción de morder la manga.
■El perro puede mostrarse un poco inseguro por la percepción de la nueva presa, así que debería conseguirla inmediatamente, incluso si la mordida es un poco débil.
■Éste es un ejercicio educativo, así es que queremos enseñar al perro dónde queremos que muerda en la manga, permitiéndole únicamente morder la zona correcta de ésta.
Tan pronto como el perro ha conseguido la manga trabajamos en obligarle a aferrarse a ella. Los mismos dos métodos que describí para el trabajo con el saco funcionan, coloco la cuerda o la correa en la manga para tirar con fuerza de ella cuando el perro quiera soltarla, o desafiar al perro por su presa inmediatamente. Sigo los mismos pasos de adiestramiento al igual que con el saco obligando al perro a mantener su agarre inicial en la manga. Al igual que con el saco, la manga luego será presentada progresivamente más alto hasta que el perro de nuevo tenga que saltar y morder para hacer presa. Recuerde, no es urgente colocar al perro en la manga.
Al llegar a este punto considero que es necesario de nuevo hablar brevemente del ejercicio de acometida o ataque. Como describí en mi último artículo, si puedo doy comienzo al ejercicio con un saco ya, para enseñar al perro la técnica de apuntar y reducir inhibiciones cuando llega a morder la presa que se encuentra sobre el figurante que está encarado al perro. Estos dos temas son de suma importancia, y nos ofrecen nuevos problemas cuando trabajamos con la manga. El perro tiene que acertar con más precisión para lograr una buena mordida en la manga. El figurante tiene que tener mucho cuidado de recibir al perro suavemente, para que éste no se lastima la boca en la manga. Y, la manga está mucho más cerca del cuerpo del figurante, así es que la situación frontal es mucho más amenazante para el perro.
Raiser describe que él comienza este ejercicio moviéndose lateralmente hacia el perro estimulado, luego se suelta el perro cuando da la señal el figurante. Inicialmente el perro se dirige antes al figurante y a la manga si está de lado que de frente. Poco a poco el perro va alcanzando más y más de frente., hasta que ataca al figurante directamente con la manga en horizontal frente al pecho de este. Durante todas estas mordidas siempre es importante que el figurante recompense al perro ante cualquier problema que éste presente y que siempre amortigüe suavemente el impacto del perro.
Enseño este ejercicio de manera muy similar en principio, pero técnicamente algo diferente. Déjame describirlo brevemente. El perro, que está sujeto por el collar, es estimulado por el figurante en presa, la manga se mueve bastante, y normalmente dejo que el perro intente morderla y falle un par de veces. Luego me alejo del perro, siempre asegurándose que sus ojos están fijos en la manga, la cual se balancea (recuerde, estamos trabajando al perro en presa en esta fase). Al principio no me alejo más de unos 5-10 metros de guía y perro. Cuando haya alcanzado mi lugar de recepción, me inclino, balanceando la manga justo por encima del suelo. Cuando el perro esta bastante crecido, le doy al guía la señal (convenida) para que le deje marchar. El perro carga frenéticamente sobre la manga que se balancea, cuando llega dentro de la distancia establecida, donde debe apuntar y lanzarse de un salto, me pongo de pie y levanto la manga a la altura que pienso que el perro puede alcanzar fácilmente. Esta última maniobra de "evasión" de la presa (la manga) advierte al perro para que siga el movimiento de la manga. El perro saltará hacia arriba y hacia adelante para atrapar la manga que se mueve hacia arriba y hacia atrás (la presa se aleja del perro). El contacto debería ser calculado de tal manera que suceda que la manga se encuentre en la posición en la que normalmente está cuándo un figurante realiza cualquier ejercicio frontal en una prueba. El impacto del perro tiene que ser amortiguado por el figurante, quien luego procede a colocar al perro sobre el suelo. Al principio, el perro conseguirá la manga en ese momento. Considero que este método logra un gran éxito con perros que de forma natural no tienen una fuerte acometida. El perro acomete al figurante frontalmente desde un principio sin darse cuenta de por qué se muestra completamente fascinado por el segundo movimiento de la manga. Como dije al principio, hacer el ejercicio en presa, es lo mismo solo que ejecutado de forma un poco diferente. Una advertencia relativa a este método, necesita un buen "timing" por parte del figurante. Recomendaría que los figurantes practiquen esta maniobra con perros experimentados que ya acometen de forma correcta, antes de que experimenten sobre perros que están aprendiendo.
La siguiente habilidad que el perro debería aprender durante el fomento del instinto de presa es el contraataque. En su libro el Dr. Raiser titula este capítulo como "Enseñando al perro a pelear" Déjame tomarme un momento para recordar a los lectores que ninguno de los ejercicios descritos tienen que suceder exactamente en la secuencia en que los he esquematizado. Algunas veces enseño el contraataque antes en el adiestramiento si el perro lo permite. Sin embargo, creo que morder la manga, acometer y contraatacar son técnicas que un perro debe dominar con maestría antes de que los ejercicios para una prueba se unan. Ahora regresemos al contraataque ¿Qué es el contraataque? Déjame definirlo. Contraatacar es todo tipo de comportamiento enérgico por parte del perro cuando percibe la adversidad (el estrés) durante un ejercicio de mordida. Las formas más comunes son tirar con fuerza, gruñir, rectificar la mordida y sacudir. El Dr. Raiser se concentra bastante en su libro en el comportamiento de "Sacudir a muerte la presa". Mi reacción predilecta es el comportamiento de rectificar la mordida, porque creo que tiene más beneficios para el perro, especialmente en su carrera como perro deportivo. Con idea de este argumento, utilizaré el término contraataque.
Para enseñar a contraatacar, depende mucho del perro, debemos ajustar nuestro entrenamiento a cada perro en particular. Por citar al Dr. Raiser: "En perros con instintos muy fuertes y en algunos perros inseguros es relativamente fácil provocar el comportamiento de "sacudir a muerte" En otros perros eso no podrá ser posible hasta los 15 meses o más o hasta que haya experimentado un fuerte fomento del instinto de defensa" Por eso creo firmemente que deberíamos recordar la enseñanza de esta técnica en cada fase del adiestramiento a fin de no perder ninguna ocasión. Tenemos que reconocer el comportamiento de contraataque con objeto de recompensarlo siempre que suceda, incluso si estamos trabajando en otro ejercicio.
Déjame explicar como enseño el contraataque. Coloco al perro la correa. Mientras el perro está sujeto por el guía debería mantener tensa la correa, el figurante debería conservar el objeto de morder (manga o trapo) en calma y fijo. El figurante tampoco debería enfrentarse al perro, lo que quiere decir que debería mantener al perro un poco detrás suyo. Ahora recuerde, es la adversidad la que provoca que el perro contraataque. Entonces, debemos crear adversidad en dosis muy pequeñas. Flexionamos nuestro brazo de la manga, como si la presa hubiera cobrado nuevos bríos. Podemos tapar los ojos del perro con nuestra mano. Podemos encarar al perro más frontalmente. Podemos hacer cosquillas en su garganta. Podemos elevar al perro un poco. Podemos frotar al perro con una vara. Le podemos arrastrar hacia un objeto extraño. Podemos soplar en su cara. Las posibilidades parecen realmente no tener fin, mientras tengamos siempre presente que es mejor crear poca adversidad que mucha. La adversidad está planeada para crear en el perro un poco de estrés y hacerle sentirse ligeramente inseguro. Inmediatamente después del estrés debería haber un momento en el cual el factor que causa lo causa disminuye un poco. El perro percibirá esto como si el adversario experimentase un momento de debilidad. Los perros con instintos normales tomarán este momento de debilidad para imponerse ellos y esta afirmación es nuestro contraataque.
De lo que debemos darnos cuenta es de que es el estrés el que provoca el contraataque. Podemos provocar el estrés del perro involuntariamente en cualquier momento durante el adiestramiento, así es que si el perro contraataca en cualquier momento del adiestramiento precoz, debemos dejar que gane. Podemos hacer esto soltando la manga, o aflojando y parando momentáneamente antes de que continuemos con lo que estábamos haciendo. Realmente tenemos que tantear un perro para ver qué método para provocar el contraataque es el más adecuado a fin de que no creemos problemas en el agarre. Al principio recompenso cualquier contraataque, así que no creo inseguridades en el perro (Raiser: "la tolerancia natural de la agresión causa inseguridad"). No obstante, como la confianza de los perros y el repertorio de habilidades crece, selecciono más los contraataques a recompensar, y a no recompensar. Por ejemplo, un perro con un mordida muy poco llena, que sacude violentamente no alcanzará su objetivo conmigo durante mucho tiempo, ya que esperaré una rectificación en la mordida antes de reforzar el contraataque.
En general diría que sólo recompenso la sacudida, el gruñido o el tirón como contraataque al principio del adiestramiento y más tarde sólo con perros cuyas mordidas son totalmente a boca llena y casi perfectas. Pero otra vez debo juzgar cada situación según sucede, nada está grabado en piedra. Si el método citado anteriormente, el cual en la forma es muy similar al que el Dr. Raiser describe en su libro, no conduce al deseado comportamiento de contraataque, entonces probablemente tendremos que esperar hasta que el perro madure más y haya comenzado el fomento del instinto de defensa.
Antes de que resuma el fomento del instinto de presa, quiero abordar un ejercicio más, el cuál considero de gran importancia para el trabajo del instinto de presa. Este ejercicio es hacer estallar el instinto desde la fase de control. Para esto necesito un perro bastante avanzado en el adiestramiento que muerda la manga (o al menos la manga de cachorros) y preferiblemente que ya contraataque (preferible, aunque no absolutamente necesario). Un problema muy común aunque también enorme que encuentro siempre es que perros muy capacitados padecen enormemente la influencia del guía (por muy suave que pueda ser). Los instintos de un perro se inhiben mediante la obediencia, después de todo, la obediencia enseña al perro que el guía decide cuando puede y cuando no puede seguir sus instintos. Es tan sólo natural entonces que tras la obediencia durante el trabajo de mordida el rendimiento en la mordida del perro pueda sufrir. Déjame adelantar una crítica aquí. ¿Este tío nunca ha oído del bloqueo del instinto? Por supuesto que lo he oído, y de los lectores quien no, el bloqueo del instinto se refiere a acumular instinto mediante la obediencia. Desafortuna-da-men-te, es necesario un maestro para hacer que esta técnica funcione bien y no todos noso-tros, yo incluido, somos maestros en esto. El ejercicio que voy a describir de alguna manera alcanza el mismo propósito, solo que el perro aprende a hacerlo el mismo, en lugar de que el guía lo enseñe.
La forma en que empiezo este ejercicio es colocando al perro como en la huída del SchH II y III. En otras palabras, procuro que el guía haga que su perro se tumbe, sujetándolo por el collar. Permanezco lateralmente con la manga encarada hacia el perro. El acuerdo está en que el guía suelte al perro tan pronto como doy un paso. En ese momento comienzo a huir. El perro debería seguir y morder la manga. Tan pronto como él hace un agarre firme le soltaré la manga, el perro consigue hacer presa. Inicialmente compruebo que el agarre del perro no puede ser tan contundente como lo es durante los ejercicios con gran estimulación. El perro incluso puede actuar un poco carente de entusiasmo, después de todo, primero tiene que obedecer tumbándose, y luego desobedecer abandonando la posición. Y aún así tiene que reunir bastante instinto para atrapar al figurante y morder la manga. Este ejercicio es más duro para los perros de que lo que la gente cree, y estoy seguro que todo figurante estará de acuerdo conmigo que gran cantidad de perros muestran una atenuación en el desarrollo de la mordida en las fases iniciales de este ejercicio. El ejercicio evoluciona hasta que el perro tenga que tumbarse suelto de correa y permanecer quieto hasta que el figurante se mueva. Esto lleva bastante control. El siguiente paso es hacer que el perro camine en junto durante un rato, luego se tumbe y después va la huída. Después haremos que el perro camine en junto con algunas pausas con sentado, luego cuando el perro haya realizado bastantes veces el junto y el sentado, el figurante sacude la manga mientras el perro está en sentado, para permitirle llegar en una acometida frontal. El lector atento reconocerá esto como una aproximación muy cercana al ejercicio de SchH I de ataque sobre el guía. Finalmente, tengo al guía caminando en junto con el perro a mi alrededor y haciendo una pausa con sentado tras de mi, luego me giro y agito la manga, para dejar morder al perro. El tumbado de la huída en el SchH II y III, caminar junto hacia el escondite para el ataque sobre el guía en SchH I, y la conducción por detrás en SchH II y III antes del ataque sorpresivo, son ejercicios de gran presión del guía en las pruebas. Los perros que han aprendido como hacer explotar al instinto desde la fase de obediencia tendrán menos problemas con estos ejercicios. Enseño a propósito este ejercicio durante el fomente del instinto de presa, porque considero que los perros aprenden esta explosión dentro del instinto fácilmente mientras trabajan puramente en el instinto de presa y no tienen que cargar con el equipaje extra del estrés del trabajo del instinto de defensa. Desde luego, la cantidad de obediencia tiene que ser medida para el nivel de habilidad de los perros en la obediencia.
El objetivo del fomento del instinto de presa se alcanza cuando el perro ha aprendido que la presencia de un figurante en el campo significa que la cotizada presa no puede estar demasiado lejos, que él puede incentivar al figurante mediante el ladrido para que exista actividad y cuando domina la técnica de agarre correcta, rapidez, acometida dura, contra-ataque y explosión dentro del instinto desde la obediencia. En este momento, el campo, el figurante y la manga se han convertido en estímulos que disparan el instinto de presa del perro. Si fuéramos capaces de colocar tal base sólida y fuerte en el trabajo del instinto de presa en la protección, estaríamos en el camino correcto del éxito en el campo del deporte.
Por supuesto, tan maravilloso como es el instinto de presa, no está exento de desventajas. Uno de los mayores problemas es que el instinto de presa puede ser agotador o fatigante. Esto quiere decir que puede llegar un punto en el cual el perro no parece estar cazando o atrapando la presa, Raiser llama a esto "Estímulo y cansancio específico de acción". Cuando el instinto de presa del perro está agotado, el adiestramiento termina por esa sesión. Si el cansancio excesivo llega muy de prisa, entonces se pone muy difícil lograr progresos. Otro problema con el instinto de presa puede ser que éste no sea lo bastante fuerte en un perro en particular para morder un saco de manera eficaz. Con perros como estos el entrenamiento es frustrante y no se hace ningún progreso trabajando solo en presa. No hago estos comentarios para lanzar una ligera negativa en el trabajo del instinto de presa, al contrario, el trabajo de fomento debería siempre basarse en el instinto de presa. Pero quiero dejar claro que el adiestramiento no se hace por cualquier medio incluso al final del fomento del instinto de presa. Todavía tenemos que trabajar con el instinto de defensa del perro, y luego tenemos que trabajar en canalizar el instinto de defensa en el instinto de presa, y como podemos trabajar en equilibrar los dos instintos. Espero lograr la oportunidad de abordar esos temas excitantes en publicaciones futuras, así como explicar alguna terminología cinológica (ciencias relacionadas con el perro) específica.
AUTOR
Armin Winkler
E-Mail: AWKobold@aol.com
Web: http://www.schutzhundvillage.com/arminhome.html
Traducido por : corby
E-Mail: corbycan@ya.com
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