Entrenamiento Clicker es un sistema de entrenamiento para Perros muy novedoso que se basa en el refuerzo positivo para poder lograr una comunicación ideal entre el entrenador y su perro.
Ven y aprende este metodo de entrenamiento de mascotas con el cual puedes enseñar a tu perro, gato o ave diferentes trucos y corregir problemas de conducta o malos habitos.
El taller sera impartido de 9:00 am a 3:00 pm del domingo 5 de diciembre y de 9:00 a 3:00 pm del domingo 12 de diciembre, cupo limitado a 15 Participantes, reserve con tiempo.
El Costo de partisipacion es de RD$ 2,300 p/p e incluye el kit de entrenamiento, Clicker, correa y bolsa de recompensas.
Si desea reservar su cupo puede hacerlo escribiendome a evemtech@gmail.com o llamando a los telefonos 809-595-2585 y 809-706-1507
El cuidado de los dientes de tu perro debe empezar cuando aún es un cachorro. Esto te permitirá educarlo correctamente para permitir el cepillado y las inspecciones en la boca.
La falta de salud dental puede ocasionar muchos problemas en tu perro, incluyendo caries, infecciones generalizadas cuando una bacteria pasa al torrente sanguíneo o incluso la agresión causada por el dolor y la inflamación.
Por eso, muchos veterinarios recomiendan cepillar diariamente los dientes de tu perro. También es por eso que hoy en día existen varios productos para la higiene oral de los perros, tales como dentífricos especiales para perros, juguetes para limpiar los dientes y cepillos especiales para facilitar la limpieza.
Antes de empezar a cepillar los dientes de tu mascota, debes tener en cuenta que no debes usar productos para humanos, sino productos especiales para perros. Muchos productos elaborados para uso en humanos son dañinos para los perros, así que consulta con el veterinario antes de limpiar los dientes de tu perro. Nunca uses dentífrico para humanos, ya que puede ser dañino para tu perro.
Educar a tu perro para la inspección de rutina y el cepillado dental
Tendrás que educar a tu perro para que permita la inspección rutinaria de su boca y el cepillado de sus dientes. De otra forma, te será imposible realizar estas actividades con frecuencia.
Para enseñarle a tu perro a dejarse revisar y cepillar los dientes, es mejor acostumbrarlo desde cachorro. Simplemente toca su boca con suavidad, sin sujetarla. Cuando él acepte esta manipulación tranquilamente, dale una recompensa de comida.
Poco a poco acostumbra a tu perro a aceptar que metas tus dedos en su boca, recompensándolo con un poquito de comida cada vez que te permita hacerlo. Cuando puedas hacer esto, puedes empezar a frotar sus dientes con un algodón empapado de dentífrico para perros. Estos dentífricos suelen tener un sabor agradable para los perros.
Poco a poco, tu perro aceptará mejor las manipulaciones en su boca. En ese punto, puedes empezar a usar un cepillo de dientes para perros. Asegúrate de usar uno blando y de no frotar demasiado. Quizás te resulte más útil un cepillo "de dedo", que se puede fijar en tu dedo. De esta forma, será más una caricia que un cepillado.
Haz de esta actividad una rutina de cinco minutos cada día hasta que tu cachorro se haya acostumbrado a las inspecciones orales y al cepillado de dientes.
Productos de higiene oral para perros
Existen muchos productos para mantener la salud dental de tu perro. Obviamente, los primeros a mencionar son los cepillos de dientes y los dentífricos para perros. Recuerda que no debes usar productos para humanos porque pueden ser dañinos para tu perro.
Otros productos de limpieza dental para perros, y que son más fáciles de usar, son los juguetes "limpiadores". Éstos son juguetes masticables diseñados especialmente para limpiar los dientes de tu perro. Muchos de ellos vienen en forma de hueso, pero pueden venir en cualquier forma.
También existen otros juguetes, que vienen en forma de cuerdas y que ayudan a mantener la higiene dental de tu perro mediante juegos. Si compras estas cuerdas, no las dejes todo el tiempo con tu perro, ya que podría destrozarlas y tragarse los pedazos. Dáselas solamente cuando puedas supervisar a tu cachorro.
Antes de comprar cualquiera de estos productos de higiene canina, consulta con el veterinario. Él te podrá indicar cuáles son los mejores y más seguros para tu perro.
Limpieza dental en el consultorio veterinario
Aún cuando mantengas en buen estado la salud dental de tu cachorro, llegará un momento en que necesite una limpieza dental. Esta limpieza es similar a la que realizan los dentistas a las personas, pero tu perro deberá estar anestesiado.
La anestesia para estos procedimientos es ligera y, con la tecnología actual, suele ser muy segura. De cualquier manera, es el veterinario quien debe aconsejarte al respecto.
Recuerda, habla con el veterinario para que te asesore mejor y limpie los dientes de tu perro.
Para ayudarte a prevenir accidentes de tu cachorro, te presentamos una lista de 10 cosas comunes en cualquier hogar que pueden tener consecuencias nefastas para tu perro.
1. Chocolate
Aunque el chocolate es un manjar para nosotros los humanos, y probablemente también para nuestros amigos caninos, no es buena idea que le des chocolate a tu perro.
El chocolate contiene una sustancia tóxica para los perros, llamada teobromina. La teobromina es un alcaloide que se obtiene de la planta de cacao y que estimula el sistema nervioso central, causa broncodilatación y tiene diversos efectos cardiovasculares.
Los perros no pueden eliminar la teobromina con facilidad y, por tanto, ésta se convierte en un agente tóxico para ellos. Se estima que tan poco como seis gramos por cada kilo de peso del perro pueden ser letales.
De mayor preocupación es el chocolate negro, porque contiene 10 veces más teobromina que el chocolate de leche.
Los signos de envenenamiento canino por chocolate incluyen: aumento de la actividad general, diarrea, vómitos, incontinencia urinaria, aumento del ritmo cardíaco, aumento de la frecuencia respiratoria, temblores y espasmos.
Así que, ¡nada de chocolate para tu perro!
2. Paracetamol
¿Quién no se ha tomado un paracetamol alguna vez? Ese analgésico que nos quita el dolor de cabeza y otros males de la vida moderna.
Sin embargo, este medicamento es un veneno para nuestros perros. El envenenamiento con paracetamol en perros se produce porque el analgésico daña el hígado y los glóbulos rojos. Como resultado, un perro envenenado por paracetamol puede morir por necrosis hepática.
Se estima que 150 miligramos de paracetamol por cada kilo del perro es la dosis letal. Esto significa que dos comprimidos de paracetamol pueden matar a tu perro.
Así que, ¡nada de paracetamol para tu perro!... aunque le duela la cabeza.
3. Álcalis
Los álcalis comunes en las casas son la lejía, el permanganato de potasio y el hidróxido amónico. Estas sustancias se encuentran en líquidos para destapar cañerías, en detergentes para baños, amoníaco y detergentes para vajillas. También están presentes en las baterías alcalinas, incluyendo las baterías de reloj (tipo botón).
Si un perro ingiere cualquiera de esas cosas, tendrá irritaciones y quemaduras en las mucosas del tracto digestivo: boca, esófago, estómago, intestino y colon. Estos daños suelen ser fatales.
Los síntomas de envenenamiento por álcalis son: irritación de la mucosa oral, dolor en el tórax, convulsiones, babeo, falta de apetito y aletargamiento. La muerte suele ocurrir dentro de las 24 horas desde la ingestión.
Ten mucho cuidado y no dejes estas cosas al alcance de tu perro.
4. Bolitas de naftalina
Las bolitas de naftalina son sumamente peligrosas cuando se ingieren. Obviamente, el mismo peligro existe si tu perro se come una de estas bolitas.
El envenenamiento con bolitas de naftalina daña el hígado de los perros y afecta el sistema nervioso central. Sus síntomas incluyen vómitos y convulsiones.
Ten mucho cuidado de dónde pones estas bolitas y, de ser posible, no las uses.
5. Detergentes y suavizantes para ropa
Aunque los detergentes pueden ser tóxicos si tu perro los ingiere, los suavizantes para ropa son extremadamente tóxicos y pueden producir la muerte.
Los suavizantes para ropa contienen detergentes catiónicos, que también se encuentran en desinfectantes y germicidas.
Los síntomas de envenenamiento con estas sustancias incluyen: hipersalivación (babeo), letargo, vómitos, quemaduras en la boca, convulsiones, shock y coma.
6. Enjuague bucal
Algunos enjuagues bucales contienen ácido bórico, que es altamente tóxico para los perros.
Otros elementos frecuentes en un hogar, que contienen ácido bórico son las soluciones de limpieza de lentes de contacto y las soluciones para limpiar dentaduras postizas.
Los síntomas que puede presentar un perro envenenado con ácido bórico son: vómitos, babeo, convulsiones y coma.
7. Anticongelantes
Los anticongelantes se encuentran entre los mayores riesgos para las mascotas. Cada año mueren muchos perros a causa del envenenamiento por anticongelantes.
La razón por la que muchos perros mueren a causa de los anticongelantes es porque estas sustancias tienen olor y un sabor agradables para los perros. Entonces, no es raro que los perros decidan probar eso que huele tan bien.
El componente tóxico de los anticongelantes es el etilen glicol, que afecta la función renal y causa síntomas como: convulsiones, vómitos y letargo.
8. Blanqueadores de ropa
Los blanqueadores de ropa, como la lavandina y los compuestos que tienen cloro son muy tóxicos para los perros. Los síntomas que producen son: vómitos, babeo y dolor abdominal.
Nunca dejes estas sustancias al alcance de tu perro.
9. Pepas de frutas
Muchas pepas, o semillas de frutas son tóxicas para los perros. Algunas pepas son tan grandes que pueden obstruir el tracto respiratorio, pero otras son simplemente tóxicas.
Dos de las pepas más tóxicas para los perros son las del durazno y el damasco.
Los perros, aunque son más omnívoros que carnívoros, no evolucionaron para alimentarse de semillas. Por tanto, su sistema digestivo no puede procesar correctamente estos elementos. El resultado puede ser desastroso, así que evita que tu perro ingiera pepas de frutas.
10. Plantas ornamentales
Al igual que las semillas de las frutas, muchas plantas ornamentales son tóxicas para los perros y otros animales. Aunque los perros suelen comer pasto, aparentemente para mejorar su digestión cuando les falta fibra en la dieta, no son capaces de tolerar todos los vegetales.
Los síntomas que produce el envenenamiento por plantas pueden variar según la especie ingerida, pero en general incluyen vómitos y efectos sobre el sistema nervioso central.
Algunas plantas tóxicas para los perros son: tomate, espinaca, azalea, azafrán de otoño, aguacate (hojas), adelfa, actea, dulcamara, belladona, dedalera, cicuta, cicuta acuática, tejo, ricino y lirio de los valles.
Existen otras plantas que también son tóxicas para los perros, así que a podar el jardín!
Candy Town es una tienda que a todos los negocios clásicos relacionados con mascotas le agregó uno que sorprendió por su efectividad: le alquilan a quien lo desee un cachorrito. El secreto de la iniciativa es que el alquiler es con opción a compra. De este modo, Ud. alquila un perrito y si resulta ser su compañero ideal lo compra y si no... alquila otro.
Estas bellezas pueden ser rentadas por hora o por tres noches corridas. Hay que tener en cuenta que a cada segundo la "mercadería" va a ir ganando un lugar en su corazón. Según cuenta el propietario de la tienda "cuando llega el momento de devolver al cachorrito muchos de los clientes no quieren hacerlo".
Un alquiler de un perrito de raza cuesta 11 dólares por hora o 115 dólares por las tres noches.
Para eso llegó el SpotLight GPS Pet Locator, una aplicación para el iPhone que funciona en conjunto con un collar para mascotas con GPS integrado (Spotlight GPS Dog Collar) y que nos servirá para monitorizar a nuestra mascota las 24 horas del día. Lo mejor es que está disponible de manera totalmente gratuita.
Su funcionamiento es bastante completo. La aplicación ubicará la posición de nuestra mascota gracias al collar y podremos hacer un seguimiento de su posición en tiempo real, permitiéndonos llegar a ella mediante navegación giro-a-giro guiándonos a través del mapa — que puede ser por satélite, digital o híbrido. El SpotLight GPS Pet Locator tiene incluso una opción para encender una luz indicadora ubicada en el collar en caso de que el animal se extravíe de noche.
El collar y la aplicación han sido desarrollados por la empresa Positioning Animals Worldwide, cuya única misión es la de ayudar a las mascotas perdidas a regresar a sus hogares.
"'Estos tres hermanos han estado viviendo juntos desde que salieron de su madre en unos 18 meses de edad," él dijo. "En la mañana los vimos, no parecían tener hambre, caminarban rápidamente, pero deteniéndose a veces para jugar juntos."
Collar normal o de hebilla
Este es el collar que puedes encontrar en cualquier tienda de artículos para mascotas. Simplemente tienes que ajustarlo en el cuello de tu perro, como si fuera un cinturón.
Los collares normales vienen en diferentes tipos. Generalmente son aplanados, como un cinturón pequeño, pero también existen los enrollados. Éstos últimos son mejores para perros de pelo largo, porque dañan menos el pelo del cuello.
¿Son mejores los de nylon, o los de cuero? Los de nylon tienen la ventaja de no encogerse con el lavado y no acartonarse cuando secan. Además, existe mayor variedad de colores, y las correas de nylon hacen juego con los collares.
Para usar correctamente el collar normal, no lo tienes que ajustar demasiado. Eso podría perjudicar la respiración de tu perro. Lo correcto es que fácilmente puedas pasar un dedo entre el collar y el cuello de tu perro.
Por otra parte, si dejas muy flojo el collar, podría deslizarse por encima de la cabeza de tu perro. Si ocurre esto, ten por seguro que tu perro aprenderá rápidamente a quitarse el collar cuando le convenga.
Este tipo de collar no ahorca ni pincha a tu perro, por eso es el primero que tienes que probar para el adiestramiento.
Collares de semi-ahorque y “martingale”
Los collares “martingale” son regulables, de tal modo que eres tú quien decide qué tan justos pueden estar. Para ajustarlos correctamente, fíjate que al cerrar no puedas ahorcar a tu perro. Es decir, que el collar cierre solamente hasta el diámetro del cuello de tu perro.
Este tipo de collares, y especialmente los “martingale”, están ganando popularidad porque son menos dañinos con la tráquea de los perros. Son muy utilizados con perros de trineo y para practicar agility. Además, son muy usados en muchos países europeos, para adiestramiento en general.
Si ajustas el diámetro del collar para que sea menor al del cuello de tu perro, el collar funcionará como un collar de ahorque tradicional. En cambio, si ajustas el diámetro del collar para que sea igual o ligeramente mayor al del cuello de tu perro, el collar funcionará como un collar normal de hebilla.
Muy importante
Nunca dejes a tu perro con un collar de este tipo, si es que no lo estás supervisando.
Collar de ahorque
Estos collares generalmente están hechos de una cadena con una argolla metálica en cada uno de sus extremos. Al pasar la cadena a través de una de las argollas, se forma un lazo. Luego, se pasa el collar sobre la cabeza del perro y ya está listo para usar.
Como lo que se forma es un lazo, el collar se cerrará cada vez que jales de la correa. Esto causa que cierres la tráquea de tu perro por un instante, cortando el flujo de aire. De ahí el nombre de collar de ahorque o ahogador.
Aunque el collar de ahorque sigue siendo muy utilizado, no es recomendable. Estudios de veterinaria forense han encontrado que los perros adiestrados con collares de ahorque tienen una tasa muy elevada de daño traqueal.
Si por alguna razón decides usar un collar de ahorque para educar a tu perro, tienes que saber cómo colocarlo. Si quieres que tu perro camine a tu izquierda (lo normal al entrenar un perro), la argolla que va unida a la correa tiene que ir hacia abajo y a la derecha de tu perro. Si quieres que tu perro camine a tu derecha, simplemente colócalo de la manera opuesta.
Muy importante
Nunca dejes a tu perro con un collar de ahorque si no lo estás supervisando. Podría asfixiarse si el collar se engancha en algún lugar.
Collar de púas
Los collares de púas parecen dispositivos de tortura medieval. Generalmente son collares hechos de eslabones metálicos abiertos, aunque también pueden estar hechos de plástico. Estos eslabones pinchan el cuello del perro cuando se jala el collar.
Aunque estos collares parecen más crueles que los de ahorque, generalmente causan menos daño porque no dañan tanto la tráquea del perro. De todos modos, son dispositivos diseñados en la época en que se pensaba que la única manera de entrenar un perro era castigándolo constantemente.
Algunos entrenadores de perros piensan que los collares de púas imitan la manera en que las perras castigan a sus cachorros, o la manera en que un perro dominante castiga a un subordinado rebelde.
Craso error. ¿Esos entrenadores pensarán que los perros que usan el collar son tan tarados que creen que un perro invisible les está mordiendo el cuello?
El collar de púas, al igual que cualquier otro, funciona en base al castigo y el refuerzo negativo. No hay porqué intentar justificar su uso diciendo que es algo similar a lo que ocurre "en la naturaleza". Simplemente no existe ninguna manera natural en que un humano eduque a un perro. Siempre serán formas artificiales de modificar la conducta canina.
De cualquier manera, es posible ver muchos perros que han sido entrenados con collares de púas y que responden alegremente. Así que, si tienes poca fuerza y tu perro es un Sansón canino, quizás te sea útil un collar de púas.
Consejo
Si crees que tu perro necesita un collar de púas, por favor no te limites a leer sobre adiestramiento canino, sino que contrata un adiestrador que te pueda guiar personalmente en el uso de ese dispositivo.
De todos modos, si ese fuese tu caso, antes intenta el adiestramiento canino con clicker. Si no te sientes muy confiado, busca apoyo de algún entrenador que use este método y que te pueda asesorar en persona.
Si decides usar un collar de púas, ten en cuenta que nunca tienes que deslizarlo sobre la cabeza de tu perro porque podrías lastimar sus ojos. Ábrelo cada vez que tengas que ponérselo o quitárselo a tu perro.
Muy importante
Nunca dejes a tu perro con un collar de púas si no lo estás supervisando. Podría lastimarse seriamente si el collar se engancha en algún lugar.
El collar de cabeza o Halti
Más que un collar es un dispositivo parecido a una brida de caballo. Mucha gente lo confunde con un bozal.
El halti sirve para controlar la cabeza del perro. ¿La lógica detrás de esto? A donde se dirige la cabeza se dirige el cuerpo.
El halti puede ayudar durante el adiestramiento, pero no es realmente un collar de adiestramiento. Su uso más frecuente es para que un perro no entrenado deje de jalar la correa, pero no porque se le ha enseñado, sino porque no puede hacerlo con el halti puesto.
Aunque este dispositivo es aparentemente amigable con los perros, no todos los perros se habitúan a usarlo.
Algunos adiestradores, especialmente los que usan collares de ahorque y de púas, dicen que el collar de cabeza puede ser peligroso porque puede dañar la espina dorsal del perro si es que es mal utilizado. No está de más prevenir, así que consulta con tu veterinario antes de decidirte por usar un halti en tu perro.
Muy importante
Nunca dejes a tu perro con un halti puesto si no lo estás supervisando. Ponle el halti a tu perro solamente cuando lo necesites para que no jale la correa.
Primera parte
Segunda Parte
Tercera Parte
Abandonado por su dueño en Tarifa, este labrador estaba al borde de la muerte cuando fue recogido por unos militares. En unos meses pasó de ser un vagabundo a convertirse en el orgullo de un cuerpo de bomberos. Acaba de regresar de Haití, graduado tras salvar 18 vidas.
"Turco" es un perro andaluz y su historia comienza, como la película de Dalí y Buñuel, con una navaja bien afilada.
En su caso, el tajo fue en el cuello. Sus dueños le extrajeron así el microchip, una práctica muy habitual entre los propietarios de los 150.000 perros que se abandonan en España cada año, tantos como víctimas humanas en el terremoto de Haití. Sin chip, no hay denuncia. El animal pierde su identidad y, casi siempre, perderá la vida. `Turco´, un labrador jovencito, quizá un regalo de Reyes, vagabundeó no se sabe cuánto tiempo por las afueras de Tarifa, en pleno verano de 2008, y acabó en un campo de maniobras. Lo recogieron unos militares que hacían ejercicios de tiro, muerto de sed, hecho un saco de huesos, lleno de pulgas y parásitos. Y con un pedruscazo en el hocico que todavía supuraba, cortesía de otro `amante´ de los animales. Turco estaba tan traumatizado que olvidó cómo se ladraba, como un niño que enmudece por los malos tratos. Un año después de su odisea, el perro seguía sin poder articular un guau.
Así fue como Turco se cruzó en la vida de Cristina Plaza Jorge, una soldado profesional de 22 años, vallisoletana, destinada en Ceuta. «Me llamaron los compañeros que lo habían rescatado. Sabían que me estaba costando adaptarme, que me sentía sola y le había dicho a todo el mundo que quería un perro. Me mandaron una foto por el móvil. Parecía pequeñito, aunque resultó ser un grandullón. Y estaba flaquísimo. Me enamoré. Crucé el Estrecho en el ferry, me fui a ver al veterinario de Algeciras donde lo habían dejado y me lo llevé a casa.»
"Turco" se recuperó de sus heridas gracias a los mimos de Cristina. Y recobró la alegría, pues la nobleza nunca la perdió. «Es el perro más juguetón del mundo. Incansable. Lo que más le gusta es correr por la playa. Le puedes tirar un palito cien veces, que cien veces irá a por él y te lo traerá.» Vivieron juntos ocho meses felices. Ganó peso, aunque seguía sin ladrar. Una mañana cayó una tromba de agua: 160 litros por metro cuadrado. Y la casa de alquiler de Cristina, una planta baja, se inundó de tal modo que era inhabitable. «Rezumaba tanta humedad que tuve que volver al cuartel. Como allí no podía tenerlo, lo llevé a casa de mi madre en Castronuevo de Esgueva, un pueblo de Valladolid.» Allí, Turco conoció la nieve. Pero el destino le tenía reservada una nueva sorpresa. El perro rescatado de la muerte por unos soldados de buen corazón iba a tener ocasión de demostrar su generosidad y devolver el favor. Con creces.
El sobrino de una vecina, bombero del grupo de especialistas en rescates de la Junta de Castilla y León, lo vio corretear por el pueblo e intuyó enseguida que aquel chucho alegre, vivísimo, que lo olfateaba todo con la curiosidad de un detective, sin despistarse jamás, tenía madera de héroe. Pidió permiso a Cristina para hacerle una prueba. «Ya tenían a `Dopy´, un golden retriever, pero siempre andan buscando nuevos perros. No es nada fácil encontrar candidatos que superen las pruebas. Yo les dije que de acuerdo. Me costó lo mío, porque lo quiero muchísimo, pero me convenció mi madre.» Su argumento era incontestable y resultaría profético: «Imagínate, Cristina, que algún día `Turco´ salva una vida».
Cristina les puso a los bomberos tres condiciones antes de donarles a `Turco´: que no le cambiasen el nombre, que le dejasen verlo cada vez que fuera a Valladolid y que, si el perro no superaba las pruebas, se lo devolviesen. Y los avisó, además, del gran inconveniente: no ladraba. ¿Cómo se las arreglaría para alertarlos si encontraba un superviviente entre los escombros? A los quince días la llamaron por teléfono. «Tu perro ya ladra y está hecho una máquina. Cuando salimos a correr, se viene con nosotros. Y luego se va a correr con el siguiente turno. Nunca tiene bastante.» Comenzó entonces el durísimo entrenamiento de un rescatador canino en edificios y estructuras colapsadas.
Eugenio, su adiestrador del parque de bomberos de Tordesillas, enseñó a `Turco´ el oficio. Moverse en las mil trampas de un derrumbamiento, adentrarse en la oscuridad por huecos inverosímiles, pues no basta con detectar un olor y ponerse a ladrar, un buen perro de rescate intentará seguir profundizando y encontrar un camino hasta llegar lo más cerca posible de la víctima sepultada. No son perros a los que se entregue la prenda de una persona y les sigan la pista. Distinguen el olor genérico de los humanos y son capaces de diferenciar si se trata de una persona viva o muerta. Y de discriminar entre los olores de las personas enterradas y los de las que están en superficie. Es una gran responsabilidad, porque cuando los perros terminan su trabajo y la zona se declara limpia, empieza el de las máquinas de desescombro. Deben compenetrarse con su binomio humano hasta formar un equipo eficaz. Su premio: una caricia, una golosina, un palito que mordisquear.
Completado su entrenamiento, llegó la prueba de fuego. `Turco´ y `Dopy´ volaron a Haití con un equipo de siete bomberos de los parques de Valladolid, Tordesillas y Palencia, con Francisco Rivas como jefe de expedición. Y demostraron lo que valen. Fueron nueve días de trabajo tan intensos como atroces, trabajando 16 horas diarias en condiciones inimaginables, entre réplicas del terremoto y actos de pillaje o de mera supervivencia. Participaron en 18 rescates. Cuando hay 150.000 muertos sobre el terreno, hablar de 18 finales felices es como aferrarse a un clavo ardiendo. Hasta los perros se deprimen ante la enormidad de la tragedia. Pero cada vida humana cuenta. Por eso mismo, Francisco Rivas no podrá olvidar nunca a la adolescente que tuvieron que dejar en un edificio cuando apenas faltaba media hora para desenterrarla porque los escoltas de la ONU, temerosos de verse envueltos en un tiroteo cercano, les ordenaron abandonar el salvamento y salir de allí por piernas.
Pero tampoco nadie podrá olvidar el rescate del niño Redjeson Hausteen Claude, de dos años. Un milagro que dio la vuelta al mundo. El pequeño estaba entre los escombros de la vivienda familiar, abrazado a su abuelo muerto. Cuando el bombero Óscar Vega lo sacó en brazos, la familia lo rodeó y empezó a bailar alrededor, entre gritos de alegría. «Cuando lo vi por televisión, me puse a llorar y no podía parar. ¡Ése es mi `Turco´! Es lo más grande que me ha pasado en la vida», recuerda Cristina. Turco ya está de vuelta en España, mordisqueando palitos, su gran afición, jugando con `Dopy´, su compañero de fatigas. Y entrenándose diariamente para seguir salvando vidas como si tal cosa.
Carlos Manuel Sánchez
Fuente: xlsemanal.finanzas.com
Tucson (Arizona), 23 mar (EFE).- (Imagen: Gary Williams).- Con más de 7 pies de largo "Giant George" se ha convertido en toda una celebridad en Estados Unidos al ser considerado como el "más grande del mundo" y el "más grande jamás registrado" por el libro de récords mundiales Guinness. "George", como le llama cariñosamente Nasser, residente en la ciudad de Tucson, pertenece a la raza Gran danés y a sus cuatro años y medio mide 7,3 pies de largo desde la nariz hasta la cola, 43 pulgadas desde el piso hasta su hombro y pesa 250 libras.
El collar eléctrico para perros es ante todo un instrumento de adiestramiento, necesario a veces para eliminar comportamientos difíciles de corregir de la conducta de nuestra mascota, pero que se ha hecho muy popular para los dueños que llevan a sus perros sueltos por el campo, como los cazadores.
Este collar educativo tiene dos elementos:
•El receptor, situado en el collar del perro. Es el mecanismo que lleva alojado los dos electrodos que provocan la descarga eléctrica, y algún indicador para mostrarnos el estado de la batería y activación.
•Mando a distancia para enviar los impulsos al receptor (por radiofrecuencia). Desde él se tiene que poder configurar la potencia de las descargas y tipos de estímulos, así como otros aspectos que varían según modelo y fabricante.
La principal diferencia entre modelos (y lo que va a marcar su precio) suele ser el alcance, que van desde los 100 metros para los collares electrónicos domésticos, hasta modelos de 1500 metros o más, aunque es aconsejable por seguridad, mantener al perro a distancias mucho menores de las que el collar permita.
Algunos mandos sirven para controlar a más de un perro, como el que aquí se ilustra que es para dos collares, y el receptor suele ser estanco a la inmersión, fundamental si el perro debe cruzar ríos… Pero todos deben llevar indicador del estado de las baterías (mando y receptor). Los hay que son recargables.
Antes de colocar al perro un collar eléctrico, es recomendable que éste sea examinado por un veterinario con el fin de cerciorarnos de que el animal está en condiciones de llevarlo, y jamás, jamás, ponérselo e inmediatamente probarlo, ya que entonces el perro asociaría el propio collar como algo MALO. Lo correcto es ponérselo y dejarlo que se acostumbre a él. Al hacer el perro algo malo, o alejarse demasiado, etc… es cuando se le aplica la descarga, ni antes ni después, y siempre empezar por el estímulo de menor intensidad.
Existen collares que funcionan con ondas de radio FM (mejores que las de AM) ideales para terrenos accidentados, y los que estimulan el collar con vibración positiva, en vez de descarga eléctrica.
2. Tienen una enorme capacidad de afecto y rebosan cariño.
3. Suelen ser muy Leales, fieles y nobles
4. Suelen ser muy inteligentes y fácilmente adiestrables.
5. No sufren degeneraciones por consanguinidad y gracias a las "mezclas" de las que provienen disfrutan de graciosas peculiaridades que hacen de cada animal un ejemplar irrepetible, casi exclusivo.
6. Así mismo presentan una admirable resistencia física y una gran longevidad (se sabe de ejemplares que han llegado a los 20 años).
7. A menudo son más tranquilos y equilibrados que sus "nobles" parientes de pura raza; los cruces realizados por criadores poco profesionales pueden provocar alteraciones de comportamiento en algunos ejemplares de raza; sin embargo la selección natural de los mestizos evita casi en la totalidad dichas alteraciones.
8. Desean ardientemente la segunda oportunidad que tanto merecen..
9. Además, y que nos perdonen los puristas, los perros de pura raza no son más que mestizos prolongados en el tiempo. Si elegimos una raza tan admirada como el San Bernardo y analizamos su genealogía, veremos que en él se mezclan sangres de dogos alemanes y perros de montaña de los Pirineos; los dogos provienen de la mezcla de mastines con lebreles irlandeses, mientras que el perro de montaña de los Pirineos desciende del Maremmano-Abrucé s y del pastor húngaro Kuvasz, que a su vez proviene…
10. Las familias que adoptan están plenamente satisfechas y felices con sus nuevos compañeros, independientemente de su origen, pues todos los perros, de raza y mestizos, poseen extraordinarias virtudes que hacen de ellos compañeros ideales.
11. 'Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales'
Mahatma Gandhi. (1869-1948).
12. Educa a tus hijos, amigos, familiares y conocidos en el respeto, amor y cariño a los animales y a la naturaleza. Colabora para hacer un mundo mejor.
ENTRE TODOS SALVAMOS MUCHAS VIDAS
Un amigo no se compra, adóptalo.
La mayoría se desvive por los llamados perros de raza, pero los mestizos nos ofrecen las mismas dosis de felicidad, compañía, agradecimiento, lealtad por muchos menos gasto, al menos en lo que respecta en la factura veterinaria.
El canal por suscripción ANIMAL PLANET recientemente transmitió “LOS SECRETOS DEL PEDIGREE”, un controversial documental de la BBC que demuestra las dolorosas consecuencias de salud que para los canes significa la manipulación genética librada por los clubes de cría para crear a capricho razas “PURAS”.
Estas razas supuestamente “perfectas” sufren de trastornos inducidos por la endogamia, cuando se aparean padres con hijas, abuelos con nietas o entre hermanos. Un continuado proceso que degrada el vigor cromosómico y crea enfermedades intolerablemente dolorosas, como la que suele sufrir el sistema neurológico del King cavalier, charles spaniel o la epilepsia del bóxer, o la dificultad de respirar que produce la chatura facial de los pug. ¿Qué son encantadores? Nadie lo duda: tanto, como cualquier otro perro, sea de casta o no. La diferencia con los mestizos es que estos son campeones en las arenas de la salud.
LLENAN DE COLOR LA VIDA:
El Veterinario Daniel Esquivel (daaraize@hotmail.com) Telf. 0414.6845653 afirma que el mestizo desarrolla un sistema altamente instintivo de supervivencia, adaptándose ante el medio que lo rodea, sobre todo en los canes callejeros o los que esperan adopción en los distintos refugios del país.” Y esto, explica el especialista, es porque “Estos animalitos deben buscar su propia fuente de alimento, refugiarse ante el clima y la intemperie y cultivan un instinto de fuga antes situaciones de peligro (vehículos, transeúntes), lo que robustece enormemente su sistema inmunológico”.
En lo que respecta de la ganancia emocional que nos proveen. Araiz Esquivel señala que “Los Canes, sean puros o mestizos, dan y enseñan amor, ahuyentan los sentimientos de vacío y soledad de sus amos, reducen el estrés, con su dosis de ternura, naturaleza y juegos, haciéndonos ver que la vida está llena de muchos colores.
Entonces… ¿Por qué no adoptar uno de los miles de caninos sin casta que esperan por un corazón amable? Además de un sistema inmunológico fortalecido, tienen la suficiente inteligencia emocional como para ser incondicionalmente agradecidos, pues ellos valoran como ningún otro ser la segunda oportunidad que se les da al brindarles un hogar.
Fuente: Carmen Franco ( Dominical )